• Cuando hablamos de velas, ¿es mejor que sean ecológicas?
  • ¿Alguna vez se ha parado a pensar en lo que inhala cuando enciende o sopla una vela?
  • Entienda qué ornamentos son los más seguros en cuanto a peligro de incendio adicional
  • ¿Y qué se espera de los fabricantes de velas?

Arrojando luz sobre la calidad de las velas

Las velas añaden chispa a la forma en que celebramos nuestra vida cotidiana. Dan un sentido de ocasión y grandeza, romance y relajación. Pero estos productos son más que color y esencia. Factores tales como el material de la cera, las características de la mecha y la emisión de hollín son todos factores importantes a la hora de evaluar la calidad y seguridad de las velas.

Algunos datos sobre el mercado de velas

El uso de velas en el hogar es cada vez más popular. El consumo en la UE creció un 5% en 2015, equivalente a la compra anual de 1,4 kg de velas por persona en dicho año. Alrededor del 35% de los 3.200 millones de dólares de ventas anuales de velas en Estados Unidos tienen lugar en los días previos a las fiestas de Navidad, y los fabricantes de velas estadounidenses utilizan más de mil millones de libras de cera anualmente.

China es el líder exportador de velas ($606 millones de dólares). Sorprendentemente, el segundo mayor productor global de velas es Polonia ($588 millones de dólares) que vende casi el doble que su rival más cercano, Estados Unidos ($275 millones de dólares), seguidos de Alemania y de Holanda ($209 millones cada uno).

¿Quién hubiera dicho que Alemania es también el mayor importador de velas (U.S. $445 milliton), por delante de Estados Unidos ($387 millones de dólares) y el Reino Unido ($ 304 millones de dólares)?

Un producto complejo que requiere un conocimiento verdadero

Según el Índice de Complejidad de Productos (2014), las velas son el producto complejo comerciado número 689 del ranking, lo que las coloca por delante de las bicicletas, que se encuentran en el puesto 872.

Las velas de cera son muy diferentes unas de otras. La cera puede ser animal, vegetal o de grasas minerales. En Japón, por ejemplo, las velas para las ceremonias budistas están hechas de base vegetal y sus mechas son más gruesas que las de las velas occidentales. También hay velas de cera de abeja natural que se utilizan desde hace cientos de años. Pero hoy, la parafina y los productos a base de petróleo forman la cera más común para fabricar velas, aunque muchas velas están hechas de una mezcla de productos.

A pesar de que se piensa que la cera es el elemento más importante en la calidad de una vela, la mecha es realmente la parte más crítica. Las mechas son como una bomba que lleva la cera líquida hasta la llama para que se queme. Y cuanto más gruesa sea la mecha, más combustible lleva hacia arriba. Las mechas de alta calidad están trenzadas, tramadas o entretejidas para que la cera se queme despacio, pero de forma consistente. Las mechas retorcidas están consideradas de baja calidad.

Durante el proceso de quemado, la vela emite unos componentes y partículas específicas, como hollín. Las emisiones de hollín indican si existe una combustión incompleta, lo que sugiere que la vela emitirá niveles más elevados de materiales peligrosos, como por ejemplo, dioxinas o hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH). Es por esto que resulta crítico fabricar velas cuya mecha arda de manera limpia y uniforme.

¿Puede confiar en los fabricantes de velas?

Los estándares industriales internacionales garantizan que los fabricantes produzcan velas que hayan pasado los requisitos de seguridad, inflamabilidad, emisión y etiquetado. En Estados Unidos no hay requisitos federales de etiquetado obligatorios para velas. Sin embargo, la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor (CPSC) y Health Canada esperan que los productos cumplan con los estándares industriales consensuados. Estos estándares están definidos por ASTM International, líder global en el desarrollo de estándares voluntarios. En los Estados Unidos, algunos de estos estándares se definieron en 2007 por el Comité Europeo de Estandarización.

Antes de entrar en su hogar, una vela puede pasar por entre 10 y 20 pruebas. Para evitar una inflamabilidad inesperada, las especificaciones básicas están definidas en el estándar de la UE EN 15493:2007 (correspondiente al estándar ASTM F 2417-16).

os fabricantes de velas deben garantizar que las velas pasan cinco pruebas:

  1. Estabilidad: es crucial en la determinación de la seguridad de las velas comprobar que estas no se vuelcan al ser colocadas sobre una pendiente de 10 grados.
  2. No se produce una ignición secundaria: En algunos casos, una parte inesperada de la vela se puede encender, como por ejemplo la purpurina. Por esta razón, las velas se observan para determinar si se produce una segunda ignición por más de 10 segundos.
  3. Altura de la llama: Esta es una parte esencial del proceso de pruebas. Es fundamental que la altura estándar de una llama no exceda los 75 mm, 30 mm en el caso de las velitas de té.
  4. Autoapagado: Cuando incluyen la denominación de autoapagables, quiere decir que tanto las velas sin soporte como las que vienen en un recipiente se apagan solas al final del tiempo de quemado.
  5. Humo: Esta prueba comprueba si la mecha sigue encendida o emitiendo humo después de haberse apagado la llama. El límite es de 20 segundos.

Para que al consumidor le resulte más fácil entender los riesgos asociados con las velas, el etiquetado es una forma eficaz para que los fabricantes e importadores informen y alerten al usuario. El estándar europeo EN 15494:2007 (correspondiente al estadounidense ASTM F2058-07) especifica que la etiqueta de seguridad del producto debe incluir una señal de advertencia, así como información obligatoria sobre seguridad.

El recipiente que contiene la vela también es importante ya que puede quedar expuesto a altas temperaturas cuando la vela está encendida. Pero las pruebas de resistencia al calor van más allá del recipiente. Los objetos colocados cerca de una vela encendida pueden prenderse fuego, o incluso el mismo recipiente podría romperse y la cera ardiente derramarse. Si el recipiente es de vidrio, debe estar tratado térmicamente y su resistencia al calor dependerá de su grosor.

Este mes ha ocurrido un caso interesante en Estados Unidos. El CPSC informó que ciertos menorahs (velas finas) se derritieron cuando estaban encendidas lo que presenta un peligro de incendio. Esto demuestra el nivel de protección al consumidor establecido. Primero, los estándares voluntarios ASTM de Estados Unidos y luego el CPSC cuyo papel consiste en vigilar la seguridad del consumidor global. También arrojan luz sobre productos de mala calidad y advierten de los peligros que podrían presentar.

Es un hecho que las pruebas juegan un papel vital para los fabricantes en el éxito de su negocio, ya que la entrega desde un principio de productos que cumplen con las normas ahorra tiempo y dinero.

Las pruebas de las velas además incluyen emisiones de aire y componentes del humo

¿Alguna vez se ha parado a pensar en lo que inhala cuando enciende o sopla una vela?

Como las velas encendidas producen emisiones, los organismos reguladores han definido también estándares de hollín. La prueba para detectar la cantidad de hollín emitida por una vela consiste en colocar un plato de vidrio sobre la llama durante un tiempo determinado y medir la transmisión de luz a través del plato oscurecido. Esto expresa el índice de hollín. El estándar EN 15426:2007 requiere que para una mecha de vela con un diámetro de 100mm, el índice de hollín medio por cada tres velas probadas no exceda de uno por hora.

La calidad del aire también es importante. Esto incluye la medición de componentes orgánicos volátiles (VOC). Estas mediciones resultan particularmente importantes a la hora de controlar las velas aromáticas, ya que sustancias tales como el limoneno y el aldehído cinámico pueden haberse añadido para perfumar las velas.

De hecho, el mercado de velas aromáticas es enorme. En Estados Unidos existen unas 10.000 variedades de velas aromáticas. Como resultado de ello, se ha llevado a cabo una investigación extensa para determinar si los productos químicos creados o liberados durante el quemado y proceso de apagado podrían tener repercusiones sobre la salud humana.

El control de VOC no es obligatorio, pero es posible que pronto se establezcan normativas.

Viendo venir estos cambios potenciales, algunos distribuidores ya están especificando que las velas deben llevar un marcaje adicional indicando que las velas aromáticas poseen sustancias alergénicas, tales como el citronelol. Este marcaje tiene como objetivo advertir al consumidor de que las personas sensibles no deberían exponerse a esta fragancia para evitar una reacción alérgica.

Aunque podría existir preocupación sobre el uso de aditivos sintéticos en velas, es importante observar que los fabricantes de renombre utilizan únicamente fragancias formuladas con especificaciones autorizadas para velas. En cuanto a los pigmentos y tintes, también se consideran seguros cuando se utilizan de la forma prevista y no existen problemas de salud relacionados con colorantes.

Investigaciones centradas en el uso de velas aromáticas han llegado a la conclusión de que, bajo circunstancias normales y previsibles, el uso de velas aromáticas no presenta un peligro para la seguridad del consumidor. Sin embargo, limitar su uso en espacios confinados es una manera practica de evitar problemas de salud y alergias.

Consejos para el uso de velas en el hogar

El CEO de control de calidad de la empresa API Lab, especialistas en pruebas de productos para el hogar, dice: “No hay evidencia que confirme que la calidad de las velas es mejor si son orgánicas. Incluso la cera de abeja natural no produce necesariamente mejores velas”.

API Lab prueba varios cientos de velas al año y es tranquilizador saber que es raro que fallen las pruebas de laboratorio a causa de un defecto importante. No resulta sorprendente cuando se tiene entre manos una categoría de productos tan vigilados de cerca. Aquellos productos que no pasan las pruebas, a menudo poseen elementos adicionales tales como purpurina o adornos que podrían ser inflamables.

“Conocer mejor las pruebas rigurosas que pasan las velas es el primer paso para mejorar la seguridad del consumidor a la hora de encenderlas en casa. Pero estas pruebas y controles de calidad tienen como fin proteger contra defectos potenciales o características peligrosas, y el consumidor tiene la última palabra para decidir cómo usarlas. Lo mismo ocurre con las regulaciones. Los consumidores deben ser conscientes de qué controles y directrices son vigentes”.

Después de comprender mejor los procesos de fabricación y pruebas de las velas, esto puede dar pie al consumidor a considerar donde colocarlas. ¿Están ubicadas al alcance de niños y mascotas? ¿O cerca de objetos que podrían incendiarse, como un árbol de navidad? ¿Y qué advertencias, si las hubiera, aparecen en las instrucciones del fabricante? Como ya hemos dicho, nunca más volverá a ver una vela de la misma forma que antes.