• Las normas de seguridad relativas a las ventas e importación de juguetes a nivel mundial son muy estrictas. ¿Alguna vez ha visto cómo son los ensayos que se realizan en un juguete?
  • Se estima que en la Unión Europea aproximadamente 2000 niños se atragantan cada año con un juguete.
  • En la Unión Europea, los juguetes siguen siendo la categoría más grande de productos no alimentarios calificados como no seguros, y representan el 26 % de los más de 2000 productos no seguros identificados en 2016.

Por el público al que están destinados, los juguetes para niños deben cumplir unas regulaciones complejas y estrictas para poder importarlos y venderlos en la mayoría de los mercados mundiales.

En la Unión Europea, la norma polifacética que regula la seguridad de los juguetes se denomina EN 71, y en ella se describen los diversos ensayos que deben realizarse para cumplir las directivas europeas.

¿A quién protegen las normas EN 71? ¿Contra qué tipos de riesgos protegen?

Las normas EN 71 se aplican a los juguetes destinados a niños de edades hasta catorce años. La norma EN 71 tiene apartados específicos que cubren la idoneidad de los juguetes para diferentes edades, incluyendo una serie de notificaciones para juguetes que no son adecuados para niños menores de tres años.

La legislación está dividida en varias secciones que abordan diversos aspectos de la seguridad aunque, para la mayoría de los juguetes, hay tres partes pertinentes.

EN 71-1: propiedades mecánicas y físicas: incluye ensayos sobre peligro de atragantamiento, puntas afiladas y bordes afilados, que podrían provocar lesiones.

EN 71-2: inflamabilidad: evalúa y analiza la velocidad de propagación de las llamas en un juguete, para asegurar que el niño tenga suficiente tiempo para alejarse en caso de que se incendie el juguete.

EN 71-3: migración de determinados elementos: simula la digestión de un niño que podría haberse tragado un juguete, para analizar si se pueden transferir metales pesados o materiales.

En este artículo vamos a concentrarnos en el apartado EN 71-1: propiedades físicas y mecánicas y, a través de un vídeo y de varias explicaciones, vamos a examinar algunos de los ensayos habituales que utilizan los técnicos de los laboratorios para asegurar que los juguetes cumplan las normativas.

Propiedades mecánicas y físicas: identificación de peligros potenciales de atragantamiento y lesiones

Las leyes sobre seguridad relativas a las propiedades mecánicas y físicas de los juguetes están incluidas en la norma EN 71-1, que incluye más de 30 ensayos sobre estándares de seguridad. Abarcan la integridad estructural, si las superficies o los bordes pueden provocar laceraciones, y las dimensiones de un juguete en relación con los posibles riesgos de atragantamiento. En el siguiente vídeo se muestran cuatro de los ensayos más importantes que forman este apartado.

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Objetivo A: identificar riesgos de atragantamiento

En 2017, CBC News analizó los detalles de cada juguete retirado en Canadá durante la última década. Aunque que la legislación canadiense difiere un poco de la europea, averiguaron que de las 423 retiradas de productos entre 2007 y 2017, que afectaron a 11 millones de juguetes, el riesgo más común para la seguridad eran las piezas pequeñas que se desprendían o que se podrían tragar fácilmente, en 230 de los 423 productos retirados.

Ensayos habituales:

  • Ensayo de tensión: el ensayo de tensión evalúa si las piezas pequeñas se separan del cuerpo principal del juguete y crean un peligro de atragantamiento cuando se aplica tensión. En el vídeo vemos que el técnico del laboratorio tira del juguete con una fuerza equivalente a la de un niño. En este caso concreto, no se superó la prueba debido a que se desprendió una pieza pequeña que podría provocar peligro de atragantamiento.
  • Ensayo de impacto: con este ensayo se asegura que, cuando se aplica una fuerza de compresión sobre el juguete, no se desprenda del cuerpo principal del mismo ninguna pieza pequeña que pudiera provocar atragantamiento. En el vídeo vemos cómo se deja caer un peso sobre un juguete pequeño, para comprobar si se suelta alguna pieza que pueda provocar peligro de atragantamiento. En este caso se superó la prueba porque el juguete permaneció intacto. 

Objetivo B: evitar lesiones

Algunos de los ensayos que forman la norma EN 71-1 han sido diseñados para evaluar la posibilidad de que el juguete provoque lesiones físicas, como laceraciones o heridas por punción.

Ensayos habituales:

  • Ensayo de bordes afilados: este ensayo examina la posibilidad de que un juguete le provoque a un niño cortes accidentales y lesiones por laceración. En la evaluación de esta norma se coloca un juguete contra una barra giratoria cubierta por un papel especial. Si el papel se desgarra, el borde se califica como cortante. En el vídeo se comprueba un lado de un coche pequeño. Durante el ensayo no se desgarró el papel colocado sobre la barra giratoria, por lo que se superó la prueba.
  • Ensayo de puntas afiladas: el ensayo de puntas afiladas se utiliza para comprobar si las áreas puntiagudas de los juguetes son lo bastante afiladas para poder dañar a los niños cuando juegan con ellos. Si la punta de un juguete es lo bastante afilada para penetrar hasta cierta profundidad en la abertura de un equipo de comprobación, se enciende un LED para indicarle al técnico del laboratorio que el juguete no ha superado la prueba. En el vídeo se ve claramente cómo se enciende la luz roja para indicarle al técnico que el juguete no es seguro.

El precio del incumplimiento: ¿qué sucede cuando un juguete no supera las pruebas?

Si un juguete no cumple los estándares de seguridad necesarios, se retirará inmediatamente de la venta o se impedirá que sea vendido desde el principio. El fabricante de dicho juguete se enfrenta a la posibilidad de que se lo declare culpable de un delito penal, que podría conllevar multas e incluso penas de reclusión.

Por este motivo crucial, los técnicos de los laboratorios deben asegurarse de seguir las normas EN 71 y realizar cuidadosamente los ensayos descritos arriba. No solo velan por la seguridad de los niños frente a los riesgos de los productos peligrosos, sino que además, indirectamente, alientan a los fabricantes a hacer todo lo posible para regular sus procesos de producción y evitar procesamientos judiciales.

Otro aspecto importante que deben tener en cuenta los fabricantes es que toda la directiva EN 71 se evalúa continuamente y se puede actualizar con frecuencia. Por ejemplo, en la actualización de 2014 se revisaron los métodos de ensayo.  El propietario de la marca o el importador son responsables de asegurar que los fabricantes cumplan la versión más reciente de las normas de seguridad relevantes.